Muertes Anticipadas

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Este trabajo lo inicié hace poco más de veinte años, con la misma intención que lo presento hoy. Contribuir desde mi lugar a la toma de conciencia y debate sobre la problemática del tránsito.

Lo empecé luego de ver un mes de enero que las muertes en la provincia por accidentes de tránsito habían sido 33, más de una por día. Como toda estadística despersonaliza al ser humano a punto de presentarlo como un frío número, sin nombre, sin sueños, sin amores y proyectos de vida, muchos jóvenes, muy jóvenes.

Tristemente la causa que me motivó, hoy sigue vigente, el problema sigue.

Al poco tiempo de leer ese número 33 pensé. ¿Qué es para este indicador un muerto en accidente de tránsito? ¿Cuántos mueren al tiempo del suceso?, ¿Cuántos no mueren, pero quedan con lesiones graves?, ¿cómo sigue la vida de su entorno familiar? Preguntas que en gran parte no tenían respuesta para mí en ese momento y algunas aún hoy me interrogan.

Aquí no se peleó una guerra y es común ver gente con muletas, es más, a veces conduciendo una moto.

La difícil solución al tema necesita a mi entender de varias patas.

La de cada conductor y sus acciones, los índices de positivo en los controles de alcoholemia asustan hoy en día.

Un estado presente y también la sociedad toda, desde el peatón que aún hoy cruza la calle por cualquier lado hasta el que deja sus animales en las rutas.

Estoy convencido que cada uno de nosotros con nuestras acciones que son observadas por los niños e imitarán en el futuro, como usar casco, cinturón de seguridad en todo momento, respetar todas las normas que incluyen no usar el celular al conducir y usar la luz baja en las rutas. Estaremos contribuyendo y dando un buen ejemplo, a la sociedad que será víctima de estas crueles estadísticas si esto sigue. A los futuros conductores los estamos forjando hoy.

El estado controlando y educando desde el jardín de infantes a los alumnos, destinatarios del mañana, a quienes todos podemos aportar desde nuestro lugar para bajar estos desgarradores índices que tiene nuestra provincia hace décadas.

Espero contribuir y tener la satisfacción de verlo y que no existan estas muertes que bien pueden esperar el ciclo biológico de la vida.

Gustavo Luis Tarchini, Abril 2022


Según las estadísticas de Luchemos por la Vida, 6.627 personas murieron en 2019 en calles y rutas de nuestro país, y se estiman más de 120 mil heridos de distinto grado y miles de discapacitados.

Los siniestros de tránsito en la Argentina son la primera causa de muerte en menores de 35 años, y la tercera sobre la totalidad de los argentinos.

Fuente: Luchemos por la Vida


El Alcohol

Conducir bajo los efectos del alcohol incrementa no sólo el riesgo de sufrir un accidente sino también la probabilidad de que éste tenga un desenlace mortal o cause traumatismos graves. El riesgo de verse implicado en un siniestro aumenta considerablemente cuando la concentración de alcohol en sangre es superior a 0,04 gramos por decilitro (g/dl).

Estadísticas Organización Mundial de la Salud. Informe seguridad vial, 2015.

Los impedidos para manejar no sólo son los "borrachos": un sólo vaso de vino, cerveza o whisky, limita la capacidad de conducción, ya que produce una alteración de los reflejos para conducir.

Las bebidas alcohólicas hacen que las respuestas y las maniobras, ante cualquier eventualidad de la ruta, o la calle, sean torpes y lentas. Embota los sentidos disminuyendo la capacidad de atención normal; genera una falsa sensación de seguridad que predispone a excesos de velocidad y a todo tipo de violaciones a las normas de seguridad en el tránsito. Y es falso suponer que el café o cualquier otro estimulante, anulan sus efectos nocivos. Por lo menos en 1 de cada dos muertos en accidentes de tránsito en el mundo, está presente el alcohol.

Fuente: Luchemos por la Vida

El casco

Los conductores de motocicletas que usan casco pueden reducir sus probabilidades de morir en cerca de un 40% y el riesgo de sufrir traumatismos graves en más de un 70%. Los cascos deben cumplir una norma reconocida de seguridad; también es fundamental abrocharlos correctamente para que surtan el máximo efecto.

Estadísticas Organización Mundial de la Salud. Informe seguridad vial, 2015.

El cinturon

El cinturón de seguridad reduce el riesgo de defunción entre los pasajeros de los asientos delanteros en un 40%–50% y puede disminuir el número de muertes entre los ocupantes de los asientos traseros entre un 25% y un 75%.

Estadísticas Organización Mundial de la Salud. Informe seguridad vial, 2015.

En 2017, en Santiago del Estero, que tiene una población de 958 mil habitantes, hubo 344 muertes en accidentes viales y quedó a la cabeza del ranking por provincias. Y aunque la cifra disminuyó en 2018 con 341 muertes, se mantiene en el podio de la lista como una de las más peligrosas para peatones como para conductores.

Fuente: Diario LA NACION, 16 de enero de 2019.

La velocidad

En efecto, la velocidad es una de las causas principales de muerte por accidentes de tránsito. Muchos argentinos consideran que no van rápido a 120 Km/h, cuando a más de 90 Km/h un vehículo es cada vez menos gobernable, aumentando así el peligro de muerte de sus ocupantes. A mayor velocidad, mayor es la distancia que se necesita para detener el vehículo; más graves serán las consecuencias ante cualquier falla mecánica, el reventón de un neumático, una mala maniobra del conductor o cualquier imprevisto que se presente en el camino.

La noche, la lluvia y la niebla son causas fundamentales para que deba disminuirse, aún más, la velocidad. Muchos apurados, nunca llegaron a destino.

Fuente: Luchemos por la Vida

El celular

Hace años que la ciencia estudia las importantes limitaciones que nuestro cerebro tiene para realizar dos tareas que demanden atención al mismo tiempo, y los investigadores han probado hasta qué punto es peligroso conducir mientras se habla o mensajea por celular, aún con el sistema de manos libres.

Recientes investigaciones internacionales han concluido que caminar hablando por teléfono celular es muy riesgoso ya que las personas observadas despliegan comportamientos tales como cruzar más despacio, sin mirar al tránsito circundante y no esperar a que los vehículos se detengan para comenzar a cruzar, en una proporción muchísimo mayor que los no usuarios de celular.

Para los peatones y los conductores, el problema real principal parece ser la distracción. Y en el tránsito caótico de nuestro país, este nuevo hábito compartido por peatones y conductores no hace más que empeorar la seguridad de todos en la vía.

Fuente: Luchemos por la Vida

Mejor de día

Es ya un clásico -sobre todo en tiempo de vacaciones- conducir de noche. Las causas invocadas son múltiples: para llegar de día y aprovecharlo, porque de noche hay menos tránsito, porque no hace tanto calor. Cuando en realidad, al viajar de noche, se triplica el riesgo de muerte.

El sueño es inevitable y, en el mejor de los casos, disminuye grandemente los reflejos y la capacidad de reacción. El ritmo biológico normal de cada persona, hace que esté acostumbrada a dormir de noche. El conductor ideal, capacitado para conducir de noche con menos riesgo de quedarse dormido o dormitar, sería aquél que normalmente durmiera de día y condujera de noche. Se agrava mucho más si no hubo descanso, o si se trabajó durante todo el día. Pero peor aún si la persona cenó abundantemente y bebió alcohol.

Y, además, lo lógico: la monotonía del paisaje, la menor visibilidad, sólo en blanco y negro; la posibilidad de encontrar en la ruta un animal que se cruza, autos sin luces reglamentarias, y los encandilamientos. Mejor, conducir de día.

Fuente: Luchemos por la Vida

Ajústese a la vida

La seguridad pasiva es tan importante como el respeto a las normas de tránsito. Y el mejor seguro de vida dentro del vehículo es el Cinturón de Seguridad, que impide ser lanzados contra el parabrisas, o fuera del vehículo hacia una muerte segura, en caso de accidente. Con lo que su uso generalizado, disminuiría en un 60 por ciento aproximadamente la muerte de los ocupantes de los vehículos accidentados. Inclusive en la ciudad, a poca velocidad, evita la muerte o lesiones graves.

Fuente: Luchemos por la Vida

Peligro en dos ruedas

Luces, elementos reflectantes, casco protector. Tres elementos importantes que no deben faltar al subirse a una bicicleta. Los dos primeros hacen que de noche los ciclistas sean vistos en la ruta o calle; la ausencia de los mismos, puede ser causa de muerte. Muchos de ellos circulan por las calles de contramano con la excusa de que ellos ven mejor a los autos, sin tener en cuenta la dificultad de verlos a ellos, y así más de uno terminó arrollado por un vehículo.

La utilización del casco protector para ciclistas y motociclistas, tal vez, evitaría más de la mitad de las muertes.

Motociclistas y ciclomotoristas constituyen otro espectro de riesgo en las calles y rutas.

El Exceso de velocidad, la falta de uso del casco protector (la mayoría de las veces se los lleva colgando del brazo), la falta de respeto a las señales de tránsito (semáforos, contramano) y las "proezas" que demuestran sus conductores (wheellies, zig zag entre los vehículos) son la sumatoria de una lista de muertes y accidentes sobre 2 ruedas. Y no hay que olvidarse que afecta, principalmente, a adolescentes y jóvenes.

Fuente: Luchemos por la Vida

Apunten al peatón

Los peatones son la víctima codiciada por conductores ansiosos. No se les otorga prioridad de paso ni en esquinas ni sendas peatonales. Y ellos mismos, son la causa de su propia muerte al no respetar las reglas básicas de tránsito, como por ejemplo, cruzar por las esquinas con la señal del semáforo a favor. Se trata de respetar y hacer respetar los propios derechos, sin olvidar que todos, en algún momento, se convierten en peatones. Inclusive los colectiveros y taxistas. Por eso, aún en las esquinas y sendas sin semáforos, los peatones tienen prioridad de paso.

Fuente: Luchemos por la Vida

El tránsito es un sistema que hacemos entre todos, en el que interdependemos unos de otros. La vida es única e irrepetible.

Más allá de la responsabilidad de "los otros", cada uno puede salvar una vida. ¡Tal vez la propia!

Fuente: Luchemos por la Vida

El celular al volante ya provoca el 20% de los accidentes de tránsito. El problema crece porque no sólo se usa para hablar sino también para escribir o chequear mensajes.

Fuente: Luchemos por la Vida


Accidentes viales en Argentina, una problemática multicausal

Falta de uso del cinturón de seguridad, incumplimiento de normativas de regulación de transporte, ausencia de señalización en rutas y calles, alta velocidad y mal estado de las rutas por deficiencias en los controles son algunos de los factores que originan siniestros viales en la Argentina. Por eso, Roberto Tomassiello, magíster en docencia universitaria y especialista en seguridad vial, destacó que falta responsabilidad, tanto de los conductores como del Estado, para evitar este tipo de accidentes que actualmente son una de las principales causas de muerte en el país.

La siniestralidad vial se da entonces por una multicausalidad. Tomassiello destacó que en el caso concreto del vuelco del ómnibus en Tucumán que transportaba jubilados de Mendoza aparece la neblina y la probabilidad de error humano, pero existen otros factores que se pueden tener en cuenta a la hora de analizar este accidente que causó la muerte de 15 personas.

“El no uso del cinturón de seguridad en los ómnibus es grave. Se usa muy poco y hay que incentivarlo mucho más para evitar las muertes. Las empresas no promueven el uso del cinturón como sí lo hacen, por ejemplo, las aerolíneas: sin cinturón, el avión no sale. En los ómnibus no solo no se controla esto, sino que además muchas veces ni siquiera están disponibles”.

Por otro lado, el especialista señaló que en los micros de doble piso la tendencia al vuelco es mucho mayor que la que se da en una unidad de piso simple. En Argentina existe una normativa que dicta que estos ómnibus deben tener 4 ejes en lugar de 3, algo que en la realidad no se cumple por los supuestos altos costos económicos que conlleva para las empresas. Para compensar esta situación desfavorable, simplemente se les colocan neumáticos más anchos. En este sentido, Tomassiello destacó que dar cumplimiento a la reglamentación es la única manera de evitar riesgos.

Junto con la señalización inexistente, ya sea por desidia estatal o por vandalismo, la alta velocidad es otro factor que provoca siniestros viales. “Hay que controlar más la velocidad con radares en varios puntos de los caminos. El conductor tiene que saber que ante la presencia de radares que midan la velocidad puede ser sancionado; entonces, la actitud frente al volante va a ser distinta. Por ejemplo, el Acceso Sur tiene su velocidad máxima establecida, pero nadie respeta los carteles”, dijo el especialista.

Sin embargo, el docente explicó que el problema no es solamente del conductor. Según investigaciones realizadas por Tomassiello, los choferes están presionados por parte del empresariado para hacer recorridos en tiempos que no son los adecuados. Este escenario hace que se vean forzados a aumentar la velocidad y a no contar con el tiempo de descanso suficiente, lo que provoca la inhibición de reflejos.

Fuente: Radio Universidad, Córdoba, 2019.