Conocí a los hermanos Galván, Sado y Vizcacha y a partir del año 2000 los fotografié durante casi dos años, luego por medio de ellos y de buscar acceso a distintos obrajes y fotografiarlos terminé Sombras abatidas en el 2004. Por querer saber de ellos a más de diez años de haber dado por cerrado Sombras abatidas se me ocurrió averiguar su lugar de residencia y visitarlos para hablar con ellos, llevarles unas fotografías, catálogos de muestras, que no todos habían visto, como quien tomar unos mates y recordar de esos tiempos.
Al visitarlos me di con una realidad social que uno lee en las estadísticas, pero cuando le pone afecto, nombre y apellido, cobra otro matiz, otro impacto a nivel emocional. Con gran alegría vi como algunos habían tenido un ascenso social desde lo económico como así también viví la tristeza del enterarme de los que padecían Chagas y también de los que ya no están.
Gente maravillosa que tuvo que lidiar con las pocas oportunidades que le brindó un sistema, muchas veces cruel y casi siempre pensados desde los zapatos de los intereses de otros, no de ellos ni de la gran Nación que podríamos ser.
Gustavo Luis Tarchini
Octubre 2022
Patricia (22), con su hija, Aimar Aldana, de un año y seis meses.
Le tomé esta fotografía un 22 de diciembre del 2014 cuando visitó su familia puesto que estaba viviendo en Buenos Aires junto a algunos de sus hermanos.
La foto la tome en la casa y carpintería de su padre en La Invernada Norte, Departamento Figueroa. Patricia posa junto a la fotografía que para la muestra Sombras abatidas tome en San José, departamento Figueroa en febrero de 2002 y llevaba el siguiente pie de foto:
Patricia (9) alumna de cuarto grado en la escuela de San José, departamento Figueroa. Hija del hachero Jorge Lizárraga. Éste es el ejemplar de más diámetro que encontré en mis cuatro años de trabajo. Había sido cortado por un hachero que arrendó este campo con el fin de hacer carbón. De los gajos de esta planta sacó, según me contó, doce metros cúbicos de leña. Dado que el diámetro del mismo es de 1,55 metros y la puerta del horno de carbón es de ochenta centímetros, más la imposibilidad de trasladarlo por su peso, hizo que el tronco ahí quedara, inalterable, desde 1992, año en que fue talado.
Pude notar el malestar de otros hacheros que le reprochaban esta acción al responsable de cortarlo.
Jorge (60) en su carpintería. Heredó el oficio de su padre que tenía una con motores a explosión en la localidad de San José, el debió mudarse poco más de 30 km a La Invernada Norte, también en el departamento Figueroa para poder trabajar con máquinas eléctricas. Ahí fue donde saqué esta fotografía en diciembre 2018. Los fines de semana visita su familia trasladándose en su motocicleta.
Para la muestra Sombras abatidas escribí este pie que acompañaba la foto con que posó:
Jorge Omar Lizárraga (42), hachero desde los 15 años de edad, padre de ocho hijos, dos de ellos hacheros de 18 y 21 años. San José, departamento Figueroa, febrero de 2002.
Vista Satelital de la zona y fecha donde le saque la primera fotografía a Jorge y la misma cuadricula en el año 2021. Para ver en tamaño completo, haga click aqui.
Gabriel Arcángel (43) en su casa en Miraval, departamento Moreno diciembre 2018.
En viajes anteriores lo visité en una estancia donde desempeñaba como capataz.
En sombras abatidas el pie de fotos de la imagen con que posa decía esto: Gabriel Arcángel Galván “Vizcacha” (25), Alhuampa, departamento Moreno, junio de 2000.
Vista Satelital de la zona donde reside Gabriel Arcángel en la fecha de mi primera toma y la misma cuadricula en el año 2021. Para ver en tamaño completo, haga click aqui.
Ramón Ernesto Galván “Sado” (45).
Con Sado y su hermano Vizcacha desde que nos conocimos en mayo de 1999 nos une un afecto especial, nunca dejamos de estar en contacto. Esto ahora es mucho más fácil y fluido por los sistemas de telefonía móvil. Debió dejar su labor de hachero o al menos el trabajo más pesado del mismo cuando le diagnosticaron la enfermedad de Chagas, con la cual aprendió a convivir. Departamento Moreno diciembre 2018.
Para la muestra Sombras abatidas escribí este pie que acompañaba la foto con que posó: “Sado”, Alhuampa, departamento Moreno, mayo de 2000.
Néstor Almaraz (54) conocido por todos como Chiqui, posa con una fotografía que le saqué hace diecisiete años en el obraje Ottavia (departamento Moreno) en el año 2001.
Cuando llegué a su casa en el Barrio Provipo entré con la fotografía de un metro por un metro, la miró, sonrió y me dijo: "Ya no soy hachero amigo, ahora hago pan y vendo".
Hice esta toma contra reloj porque llegué justamente cuando estaba por salir a repartir los productos que hacía en su bicicleta.
Tintina, departamento Moreno, diciembre 2018.
Don Paz (64) cuando viajaba a Ottavia paraba en la casa de él, dentro del complejo obrajero. Edificamos una gran amistad. Lo fotografié en su casa con su nieto en el 2018.
El retrato con que posa llevaba este pie de fotos en Sombras abatidas: José Paz, Hachero del complejo obrajero Ottavia, Alhuampa, departamento Moreno, julio 2001.
Vista Satelital de la zona y fecha donde le saque la primera fotografía a Don Paz y la misma cuadricula en el año 2021. Para ver en tamaño completo, haga click aqui.
Segundo Desiderio Saavedra (40) es hijo de Segundo Saavedra a quien conocí trabajando en Ottavia en el año 2001, fuimos a su campamento con Don Paz, él vivía solo durante su estancia en el obraje y luego de una amable charla con anécdotas que aún recuerdo. Nos dijo que el hachaba en Chaco de muy jovencito pero que debió volver, apurado…, porque lo buscaba toda la policía, sonrió de forma pícara como quien invita a preguntar. Don Paz también se reía a esa altura, ya sabía la historia. Pregunté y continuo su relato, de forma pausada como él vivía en paz y con sabiduría, … es que en un baile de una sola piña deje nocaut a uno que demoro un rato en despertarse, nos contó. Pregunté, ¿y por eso te buscaba toda la policía? Es que justo se me ocurrió pelear con el comisario del pueblo. Todos nos reímos. Pasaron los años y Don Segundo se jubiló, pero acostumbrado a trabajar de muy joven no podía estar quieto y trabajaba de repartidor en una casa de venta de electrodomésticos, esa fue la última vez que lo ví, conversamos un rato en la vereda de ese negocio en Tintina donde vivía. En diciembre del año 2018 fui con la intención de fotografiarlo para este proyecto y me di con la triste noticia de que había fallecido el primero de octubre, un año después de su esposa Marta Angélica, murió de amor Segundo, de pena. También ese día me di con la novedad que tenía un hijo que era fotógrafo y vivía ahí mismo, fue el nacimiento de una amistad.
En julio del 2019 retraté a su hijo Segundo con la foto de su padre. Ese día me conto que al mes de morir su madre se tatuó en el ante brazo un retrato de ella y una rosa. Yo le conté la historia del nocaut que no sabía o no recordaba, nos reímos, sin duda es mediante las vivencias de cualquier tipo, la mejor forma de honrar nuestros afectos que se adelantaron.
A Gregorio (60), lo conocí en el año 2001, trabajaba en un playón de acopio y movía los postes esquineros de 110 kg aproximadamente como si no pesaran. Me contó como era subir los postes a la parva y que tenía sus riesgos, la más grande ese día tenía cuatro mil postes y en total en ese momento había 15 mil en todo el playón, de forma constante llegaban tractores a descargar y camiones a cargar. Los peones solos o de dos los cargaban con tanto oficio que lo hacían parece fácil.
Con los años Gregorio se jubiló, pero nunca perdimos contacto.
En el año 2018 lo visité y fotografíe el día que le deje la foto de la muestra Sombras abatidas. Acabo de cortar con él por teléfono por una consulta y me contó que su hijo la enmarcó y puso vidrio en QuimilÍ, que vaya a verla como quedó cuando ande por Tintina.
Ese diciembre del 2018 si no me decía el que había sufrido un ACV el año anterior, yo no me enteraba, su recuperación fue asombrosa. Me contó que los médicos le decían lo asombroso de su recuperación.
Tomé la foto en el lugar donde tomé la anterior, esa imagen en la muestra llevaba este pie de foto: Gregorio Villalba, empleado de un playón de acopio en la ciudad de Tintina, localidad de cabecera del departamento Moreno distante 190 kilómetros de la ciudad capital de Santiago del Estero. Esta distancia para recorrer por la ruta nacional número 5 se torna muchas veces muy peligrosa, por estar plagada de animales, largos tramos en mal estado, banquinas en mal estado, pésima señalización y también por no estar pintadas las líneas indicadoras en el camino. Esto sumado a vehículos sin luces por no existir control alguno, como también sucede en otras rutas de nuestra provincia. Junio de 2001.
Para pensar, hoy 2021 los animales en la ruta y vehículos sin luces siguen, la diferencia es que la ruta es buena.
Vista Satelital de la zona y fecha donde le saque la primera fotografía a Gregorio y la misma cuadricula en el año 2021. Para ver en tamaño completo, haga click aqui.
Milo (79), Benito Emilio Burgos. Trabajó en el complejo obrajero Ottavia fundado por los hermanos Compagno en el año 1906 desde los doce años. Hijo del hachero Andrés Ramón Burgos que falleció a los 93 años. Junto a su madre y sus siete hermanas vivió dentro del campo. Su padre y luego él cobraban gran parte de su salario con la ficha que nos muestra. Con ella podía comprar mercadería en la proveeduría del obraje, siempre a un precio mayor del de mercado.
Lo fotografié y entreviste en su casa de Alhuampa en el departamento Moreno el 18 de julio del 2019. Milo falleció en el año 2020 de coronavirus.